Flores para una boda en San Saturnino, Pamplona

Visitar San Cernin siempre es un placer y cada vez descubrimos nuevos detalles de este templo del patrón de Pamplona.

Nos encargaron la decoración floral para una boda en verano. Los colores blanco y verde fueron los únicos empleados. Las hortensias se eligieron por ser la flor favorita de un miembro de la familia. La pistacea y su aroma tan rústico se podían percibir a la entrada al templo.

Grupo de velas dentro de un cristal con arena, paniculata y hortensia.
Altar con paniculata, rosas y hortensias
El interior del templo, de un gótico inusitado en Navarra, se resume en una nave única muy amplia con bóveda sexpartita, cabecera poligonal, capillas entre contrafuertes y un coro elevado a los pies. Merece resaltarse la solución de la cabecera, con un gran arco de entrada, largos ventanales y diferencia en altura entre la capilla mayor y las laterales.

La vista De la Iglesia de San Cernin desde detrás del altar es poco conocida.

Hortensias, paniculata y rosas blancas sobre el altar.

Las velas encendidas crean un ambiente cálido y romántico.
Velas encendidas

floristería Garralda, iglesia de San Cernin,

Las velas se colocaron dentro de un recipiente de cristal con arena blanca.

Sabemos que la iluminación es imprescindible a la hora de hacer fotos en las ceremonias. A pesar de eso queremos compartir la sensación de paz que se siente en una iglesia con iluminación natural ( según el , o la luna,en cada momento) y solo las velas encendidas.

La iglesia de San Saturnino, más comúnmente llamada de San Cernin (variante local del francés y occitano Saint Sernin, en euskeraSan Zernin Eliza o San Saturnino Eliza), es un edificio religioso católico en el Casco Viejo de la ciudad de Pamplona, Comunidad Foral de Navarra.

La entrada por la puerta Norte se decoró con 8 bases forradas de arpillera. Formaban un camino en las escaleras en el que destacaban la paniculata y la pistacea lentiscus.

Al lado de la puerta un pequeño mueble auxiliar de madera con cucuruchos de arroz y pétalos de rosa blancos. Estaba preparado para que los invitados los lanzasen a la salida de los novios.

Una decoración muy romántica en el corazón de Pamplona.