La iglesia de San Saturnino, o de San Cernin, en el corazón de Pamplona es un lugar con mucha historia y de mucha tradición para celebrar bodas. En el atrio porticado forramos las barandillas con ramajes y lazos rústicos. La idea es recibir a los invitados desde las escaleras de entrada.
El interior de templo estaba ya preparado con regalos que habían colocado los novios para los invitados y la alfombra para extenderla en el último momento. Las flores blancas aumentan la luminosidad y consiguen un trabajo floral más romántico.

Bancos decorados con paniculata
Los farolillos blancos los compraron los novios y nosotras preparamos un arreglo floral vintage con una mesa hecha de brezo, lilium, hojas de arce, paniculata y una cesta blanca. Las dos peanas laterales se adornaron con lilium, paniculata, margaritas y ramas de arce.
El altar se decoró con una cenefa ocupando los 2,40m. de largo que tiene. La hicimos con flores de lilium, rosas y paniculata.